MOVILIZACIÓN NACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES 2010.

La Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual/organizaciones de mujeres y feministas/ convocó a diversas manifestaciones contra la violencia machista el jueves 25 de noviembre 2010 en acciones públicas a lo largo de todo el país. A ellas adhirieron también las organizaciones parte del Movimiento Ciudadano por un Postnatal de Seis Meses Íntegros.



Este tipo de violencia -ejercida sistemáticamente como dominación patriarcal sobre los cuerpos y las vidas de las mujeres- se reconoce hasta ahora sólo en forma parcial y principalmente como un fenómeno asociado a las relaciones de pareja y la familia. Sin embargo, está presente en nuestras vidas en los distintos espacios que transitamos, donde los valores, actividades y conductas designadas como masculinas constituyen la medida de valor de todas las cosas.


Conductas intimidatorias, abuso sexual, menores salarios que los hombres en los mismos puestos de trabajo, discriminación en las organizaciones sociales y políticas; lenguaje sexista; abuso de nuestros cuerpos en los medios de comunicación, en la publicidad y en el cine; entre otras prácticas que naturalizan la inferiorización y desvalorización de los oficios, actividades y conductas consideradas femeninas, así como de las propias mujeres.


Como Movimiento Ciudadano por la Extensión del Postnatal a 6 Meses Íntegros, creemos que la resistencia a la extensión legal del período postnatal- tanto materno como paterno- constituyen una forma más de discriminación y violencia hacia las mujeres, los niños y también hacia los propios hombres: vivimos en una cultura heredera de concepciones de género que han sobrevalorado los dominios masculinos de lo público, entre ellos el ámbito del trabajo remunerado y la productividad económica, por sobre los ámbitos de cuidado familiar y doméstico, desvalorizando y negativizando las labores de cuidado infantil y el trabajo doméstico.

Frente a esta grave situación esperamos que el debate nacional sobre las leyes de protección a la maternidad y paternidad puedan superar por completo tales referentes, propios de una cultura profundamente machista, y posibilite, en cambio, un respeto verdadero hacia la responsabilidad y el derecho de hombres y mujeres, de valorar y priorizar el cuidado de sus hijos pequeños.

¡Reivindicar el respeto y el cuidado, erradicando la violencia de género es cambiar la sociedad, la cultura y la vida!